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Para la Greater China Wine Critics Association, los consumidores locales se aventuran más a probar distintos tipos de vino mientras que los expatriados se caracterizan por ser fieles a su gusto

De acuerdo con los expertos, la sofisticación en los gustos de los consumidores motiva que éstos se muestren dispuestos a gastar más dinero en vinos de calidad.
Según el director del Hong Kong Jockey Club Fine Wine Purchase Group, Paul Dickson, “en los últimos años se ha apreciado un gran cambio en los gustos de los consumidores; por ello, como consecuencia de esta evolución, intentamos ofrecer vinos de una calidad mucho mayor”.
Normalmente, las botellas de vino de mayor calidad que se venden en clubes de campo e hipódromos son para llevar. Dichas botellas suelen tener un precio superior a los 1.000 euros, mientras que aquellas servidas durante una comida se sitúan en el rango de 20-30 euros. Por este motivo, pese a que el número de botellas vendidas para su consumo fuera del local suponga una pequeña fracción de las 70.000 comercializadas el año pasado por el club, según Dickson, "éstas representaron, aproximadamente, el 30% de los ingresos".
En este mismo sentido se pronunció el presidente de la Greater China Wine Critics Association, Ronny Lau Wai-man, quien afirmó que en comparación con los expatriados, “los consumidores locales tienen un mayor deseo por probar distintos tipos de vino”. Marcos Shea Cheuck-kay, director corporativo de marketing y ventas de Cellarmaster Wines, opina que muchos productores se ven atraídos por la política de exención de impuestos que aplica Hong Kong. Gracias a esta circunstancia, los clientes disfrutan de una gran variedad de caldos.

Fuente: The Standard