La crisis en Europa y en Estados Unidos ha hecho que la oferta de vinos se sitúe por encima de la demanda y Brasil se ha convertido en uno de los objetivos para vender la producción sobrante.
La saturación del mercado brasileño ha generado que la industria local haga presión para proteger el sector vinícola brasileño y, desde el pasado 1 de enero se abre cada contenedor de vino importado, se saca cada botella del embalaje, se aplica un sello y se empaqueta de nuevo.
El control es aplaudido por los productores brasileños como un aliado en el combate al contrabando y a las prácticas fraudulentas de importación y exportación sin pago de impuestos.
Las propias empresas vinícolas locales van a ayudar a la Agencia Tributaria brasileña a fiscalizar la aplicación del sello en todos los vinos y espumosos importados vendidos en el comercio mayorista y minorista a partir de ahora. Además, sus equipos comerciales visitarán puntos de venta para comprobar posibles irregularidades.
Sin embargo, para la Asociación Brasileña de Exportadores e Importadores de Alimentos e Bebidas (Abba), que representa 130 importadoras de vino, el proceso de sellado será penoso, oneroso y no va a evitar la falsificación de vino, ya que existe una industria clandestina de estampación de sellos.
Fuente: Valor Económico
La saturación del mercado brasileño ha generado que la industria local haga presión para proteger el sector vinícola brasileño y, desde el pasado 1 de enero se abre cada contenedor de vino importado, se saca cada botella del embalaje, se aplica un sello y se empaqueta de nuevo.
El control es aplaudido por los productores brasileños como un aliado en el combate al contrabando y a las prácticas fraudulentas de importación y exportación sin pago de impuestos.
Las propias empresas vinícolas locales van a ayudar a la Agencia Tributaria brasileña a fiscalizar la aplicación del sello en todos los vinos y espumosos importados vendidos en el comercio mayorista y minorista a partir de ahora. Además, sus equipos comerciales visitarán puntos de venta para comprobar posibles irregularidades.
Sin embargo, para la Asociación Brasileña de Exportadores e Importadores de Alimentos e Bebidas (Abba), que representa 130 importadoras de vino, el proceso de sellado será penoso, oneroso y no va a evitar la falsificación de vino, ya que existe una industria clandestina de estampación de sellos.
Fuente: Valor Económico
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