Manuel Jove supo vender a tiempo cuando estaba en el ladrillo igual que después ha sabido elegir bien sus vinos, donde se ha hecho un respetable hueco a golpe selección y el marketing. Apenas lleva cinco años en el sector vinícola, pero sus caldos están bien considerados y posicionados internacionalmente. Quizá esta sea la clave para sobrevivir en un mercado que sufre una caída del consumo en la restauración, pero que consigue compensar los números negativos con las exportaciones.
De ahí la importancia de los ranking internacionales. El vino que no se ve, no se comercializa, y eso lo tiene claro el equipo del empresario gallego. En la Guía Peñín 2011, han conseguido situar tres de sus caldos entre los 100 listados, mientras que Wine Spectator ha considerado siete vinos españoles, de los cuales dos pertenecían a sus bodegas. La lista elaborada por Robert Parker en 2010 calificó cinco de sus vinos con más de 90 puntos en una escala de 100.
Cuando se pregunta en el sector vinícola por estas calificaciones, la respuesta es unánime: “Jove lo ha hecho bien”. Sus compras han sido selectivas, buscando bodegas en el mercado que ya contaban con un nombre y una cartera de clientes, y siendo exigente en cuanto a la calidad. Avanteselecta, la parte de su holding Inveravante dedicada a productos grastronómicos, posee nueve bodegas en distintas denominaciones de origen y comercializa unos 40 vinos diferentes.
La variedad es una posición inteligente en un sector atomizado, principal problema para la distribución. Aunque las posesiones de Avanteselecta son producciones medianas, la producción conjunta anual supera los dos millones de botellas al año y pretende sobrepasar los cuatro millones de botellas para 2012. Así, Avanteselecta se puede permitir algo que para otras bodegas es un lujo, capacidad de negociación.
Un gallego con la mira puesta en EEUU
La otra gran pata del negocio vinícola de Jove es crecer en el exterior, y una apuesta por EEUU. El empresario gallego tenía los ojos puestos en este mercado desde el primer momento, cuando en 2007 arrancó su aventura vinícola con una inversión de 19 millones de euros en Oro Wines, especializada en la exportación a EEUU. Esta es una iniciativa del productorJorge Ordóñez, que acabó vendiendo al empresario su parte previa disputa con Jove. Cenit es su tarjeta de presentación para exportar en EEUU, un vino calificado con 92 puntos por la guía Robert Parker, que lleva tres años atrapando a los paladares gringos.
El empresario gallego ha podido acometer tan singular aventura gracias al patrimonio amasado. Ocupa el puesto 376 de la lista de las personas más ricas del mundo elaborada por la Revista Forbes con una fortuna personal de 2.700 millones de dólares. Hizo dinero en el sector de la construcción gracias a Fadesa, compañía que creó en la década de los sesenta. En 2006, antes del crash inmobiliario, se deshizo de ella vendiéndola por 2.800 millones a Fenando Martín (Martinsa). Ahora opera a través de su holding Inveravante y su posición más destacada es un 5% de participación en BBVA.
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